lunes, 25 de mayo de 2009

Clint Eastwood


(San Francisco, 1930) Actor y director de cine estadounidense. Tras acabar los estudios primarios, en plena época de la Gran Depresión, tuvo que ganarse la vida en diversos trabajos: fue leñador, albañil y obrero metalúrgico. Después de pasar cuatro años en el ejército, a partir de 1954 trató de hacerse un lugar en Hollywood como actor secundario. Debutó en la Universal, en títulos relacionados con la serie La mula Francis; su primera actuación fue en Francis Joins de Wacs (1954), de Arthur Lubin, a la que siguieron algunos trabajos para la televisión.


Clint Eastwood

Pero fue en Italia donde hizo fama y fortuna con el personaje del "Hombre sin nombre", el héroe de los geniales westerns de Sergio Leone: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965), y El bueno, el feo y el malo (1966), consideradas obras canónicas del spaghetti western (producciones de bajo presupuesto basadas en el western americano realizadas en Europa, especialmente en Italia).

De las tres, El bueno, el feo y el malo es el spaghetti western por excelencia, a caballo entre la contundente efectividad expositiva de las anteriores y la grandilocuencia bien entendida de la posteriorHasta que llegó su hora (1968). Con el trasfondo lejano de la guerra de Secesión, tres malhechores sin escrúpulos conocidos por los sobrenombres del título se dedican a seguir por separado la pista que les lleve a la localización de un botín, sembrando de cadáveres los áridos paisajes que atraviesan. En lo que respecta a la imagen, es una película sorprendente tanto en cuanto a la planificación como a la fotografía en tecnicolor y en el panorámicoTechniscope, obra de Tonino delli Colli, o en el vigoroso montaje de Nino Baragli. Filmada en Almería, la banda sonora de Ennio Morricone merecería por sí sola todos los honores.

Esta especie de trilogía catapultó a Eastwood al estrellato, ayudándolo a consolidar su imagen. Su carisma, su perfil alto y algo desgarbado y un rostro seco, con una reducida gama de gestos aunque de gran expresividad, le convertirían con el tiempo en uno de los actores más apreciados de Hollywood.


Clint Eastwood en El bueno, el feo y el malo (1966)
y como Harry el Sucio (1971)

De regreso a los Estados Unidos, Eastwood fundó la productora Malpaso y acrecentó su prestigio a partir de su colaboración con el director Don Siegel, en especial a través del personaje de Harry Callahan, un policía con maneras muy particulares, duro, violento, autosuficiente y no desprovisto de cinismo. El primer título de esta serie fue Harry el Sucio (1971), filme que le dio el espaldarazo definitivo y del que se rodarían cuatro secuelas.

Harry Callahan es el arquetipo del rudo y violento defensor a ultranza de la ley. Hombre de acción, violento y amargado, se toma la justicia por su mano y no tiene otra salida que rebelarse contra las normas que considera injustas. Movido por su propia ley, respeta poco o nada las decisiones de la autoridad. En Harry el Sucio, Eastwood empieza persiguiendo a un asesino, pero, tras detenerlo, la justicia lo pone otra vez en libertad. Callahan no se conforma con esta decisión y comienza su propia guerra particular contra el delincuente, que termina con la muerte de éste; entonces, Callahan tira su placa al suelo.

Calificada por la crítica como película de tono fascistoide, sus seguidores sólo ven en Callahan a un personaje creado en base a los principios del más puro romanticismo, con su propia moral, independencia de normas y libertad de acción. Poco a poco, en las siguientes películas, el personaje adquirió mayor sentido del humor y perdió parte de su violencia. Las siguientes entregas serían Harry, el Fuerte (1973), de Ted Post, sobre un guión de John Milius y Michael Cimino; Harry, el Ejecutor (1976), de James Fargo; Impacto súbito (1983) dirigida por él mismo; y La lista negra (1988) de Buddg Van Horn.

A lo largo de los años setenta, Eastwood trabajó para otras productoras con las que obtuvo importantes éxitos, como La leyenda de la ciudad sin nombre (1969), con dirección de Joshua Logan, un western atípico rodado en clave musical que no obstante logró conectar mayoritariamente con el público. Eastwood dio muestras de poseer un especial olfato cinematográfico no sólo para intervenir en filmes que le proporcionaban dinero y fama, sino también para descubrir valores jóvenes a los que ofreció la oportunidad de intervenir en un cine con importante proyección comercial; es el caso Michael Cimino, con quien trabajó en Un botín de 500.000 dólares (1974).

En el terreno de la interpretación, Eastwood se iba convirtiendo en un actor que entroncaba con la antigua tradición de Hollywood, un artista cuya presencia se hacía sentir en la taquilla y que conseguía dotar de personalidad a las películas. Todavía en los 90, más de un título logró un triunfo de público y hasta buenas críticas como consecuencia de la interpretación de Eastwood; tal es el caso deEn la línea de fuego (1993), de Wolfgang Petersen, en la que encarnaba a un guardaespaldas presidencial a quien los años comienzan a pesarle física y moralmente.

sábado, 16 de mayo de 2009

Greta Garbo

Greta Garbo (1905-1990) - cuyo apellido sueco era Gustafsson - trabajó como enjabonadora en una barberia de Estocolmo y como dependiente de una tienda antes de entrar como alumna en el Real Teatro Dramático en 1922. El director Mauritz Stiller, uno de los primeros grandes del cine sueco, la lanzó como actriz. Ambos fueron contratados por Hollywood, donde Garbo desempeñó su primer papel en 1926. Su éxito fue inmediato, teniendo como parejas a grandes artistas de cine de la época como, por ejemplo, John Gilbert.

Garbo fue una de las pocas estrellas del cine mudo que consiguió conservar su posición al llegar el cine sonoro. Su belleza y su voz ronca especial la convirtieron en uno de los grandes imanes de atracción del público de todos los tiempos para la industria cinematográfica. Actuó en catorce películas sonoras, entre las que cabe destacar La reina Cristina de Suecia, Ana Karenina, Margarita Gautier, Ninochka y Grand Hotel. Su última película, La mujer de las dos caras (1942) fue un fracaso y, a pesar de los numerosos intentos de persuasión realizados, nunca más volvió a los estudios de cine. Luego vivió durante casi cinco décadas una vida retirada, rodeada de rumores y de mística.

jueves, 7 de mayo de 2009

Carlos Ahumada,


A partir del mediodía de este jueves comenzará a circular para todo el público mexicano, en especial para la clase política nacional, el libro Derecho de réplica. Revelaciones de la más grande pantalla política de México, del argentino Carlos Ahumada, en el que revela historias en las que salen literalmente salpicados de escándalos de corrupción personajes de todos los partidos, como Carlos Salinas de Gortari, Diego Fernández de Cevallos y Rosario Robles.
La circulación del libro, editado por Grijalbo, empresa que pertenece a la internacional Random House Mondadori, estaba programada para el 27 de abril pasado, pero el estallido de la epidemia de influenza humana obligó a los editores y al propio autor a aplazar la fecha de salida al público, sin que se pudiera filtrar una sola parte de su contenido, so pena de la aplicación de una multa de 7 millones de pesos que se estableció como una cláusula en el contrato firmado por Ahumada. 
Por petición del polémico empresario argentino que estuvo en la cárcel mil 131 días acusado de fraude, durante varios meses la editorial trabajo en completa secrecía el contenido del libro para cuya elaboración Ahumada pidió a 18 periodistas que consideraba sus amigos un cuestionario con las preguntas que le desearían hacer. Con base en estos cuestionarios elaboró el libro que cuenta con más de 300 páginas.
Para evitar que se filtrara el contenido del libro, el representante de Ahumada citó a los editores en sus oficinas y les exigió que entraran sólo con papel y lápiz, sin teléfonos con los que pudieran grabar sonido o imagen. Durante semanas se corrigió el texto original, bajo el ojo permanente de unas cámaras de video. 
Asimismo, de manera contractual se estableció que un día antes de que comenzara a circular el libro se les entregaría a los periodistas que le ayudaron a plantear los cuestionarios. Era un gesto de reciprocidad a su colaboración o amistad.
El libro, de acuerdo con quienes ya lo leyeron, no tiene desperdicio, pues narra la forma en que se aliaron Carlos Salinas y Diego Fernández de Cevallos para comprar aquellos famosos videos en los que aparece René Bejarano, Carlos Imaz y otros personajes del PRD recibiendo enormes cantidades de dinero, los cuales sirvieron para armar la “campaña sucia” en contra de Andrés Manuel López Obrador. Alianza que Salinas siempre negó utilizando aquella memorable frase de que era “política ficción”. 
Extrañamente, a través de esta revelación Ahumada ayuda a corroborar la teoría del complot que tantas veces denunció López Obrador como parte de la estrategia que había impulsado desde Los Pinos el entonces presidente Vicente Fox para aniquilarlo en las elecciones del 2006. Extraño gesto de Ahumada si tomamos en cuenta que López Obrador fue uno de sus enemigos políticos durante su estancia en la cárcel.
El libro del empresario registra otras historias que provocarán escándalo entre los políticos mexicanos, por ejemplo su relación con Rosario Robles, a quien le dio dinero para pagar las deudas del PRD cuando ella lo dirigía. Cuenta que un día la llevó con Carlos Salinas de Gortari, el innombrable, con quien tuvo siempre una estrecha relación. En dicha reunión Rosario Robles habría preguntado qué se sentía tener la banda presidencial en el pecho, a lo que Salinas reaccionó poniéndole una que tenía en su oficina para que la entonces lideresa del PRD luciera como si fuera la señora presidenta de México.
Ahumada también registra la forma en que se sintió traicionado por el gobierno de Vicente Fox, de quien había recibido la promesa de ser apoyado para enfrentar los problemas políticos, económicos y hasta judiciales una vez que explotara el escándalo de los videos que grabó en su oficina, en los cuales aparecen personajes de la política y de los medios recibiendo su apoyo.
Manifiesta el abuso de funcionarios del gobierno foxista con los que tuvo tratos, como Eduardo Medina Mora, entonces cabeza del CISEN, y el procurador Rafael Macedo de la Concha; además, de Ramón Martín Huerta, quien murió siendo el secretario de Seguridad Pública.
La verdad de Ahumada expuesta en el libro que ya estará en circulación este jueves, menciona más personajes con los que tuvo vínculos, como el senador del PRD, Graco Ramírez, Lázaro y Cuauhtémoc Cárdenas, Carlos Imaz, Adolfo Lluvere.
Pero lo mismo con periodistas, a los que impulsó en sus proyectos, como el periódico El Independiente, tales como Raymundo Rivapalacio, Javier Solórzano y Miguel Badillo. De acuerdo con las versiones sobre este libro, inédito hasta estos momentos en que se escribe el artículo, Ahumada revela el beneficio económico que recibieron éstos y otros periodistas como Miguel Angel Velázquez, actual coordinador de la sección de capital del diario La Jornada.
El libro Derecho de réplica promete ser, literalmente, una Caja de Pandora, de la que saldrán los males y los demonios del escándalo que atormentan a muchos de los personajes de la política mexicana que fueron grabados en video, así como de los medios informativos y hasta de la Iglesia católica, pues Ahumada corre la cortina y nos muestra los vínculos que tuvo con algunos de ellos, a los que en algún momento también ayudo, y quienes le voltearon la cara cuando desde la cárcel les pidió ayuda.
Es claro que con este libro Carlos Ahumada pretende lavarse de culpas, intenta mostrarse como víctima del sistema mexicano, al que acusa de haberse aprovechado de sus videos y presentarse como un damnificado del sistema corrupto del que, sin embargo, salió beneficiado en múltiples negocios y negociaciones hasta que se volteó en contra del mismo.